Lo que Terry Pratchett puede enseñarte sobre el arte de escribir

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Abel Amutxategi

Como escritor, alterno la fantasía humorística à la Pratchett y Moore con la literatura infantil. Mi última novela se titula El puente de los perros suicidas y es una divertidísima sátira sobre el mundo de la literatura inspirada por el drama personal de John Kennedy Toole y La conjura de los necios.

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Terry Pratchett es conocido sobre todo por ser el creador de Mundodisco: una saga de novelas de humor fantástico situada en un mundo de apariencia increíble, pero que se parece demasiado al nuestro como para no darnos por aludidos.

No hace demasiado tiempo que leí su libro ‘A Slip of the Keyboard‘, una interesante recopilación de ensayos en la que he encontrado verdaderas joyas. Y es que, como decía Stephen King en su libro ‘Mientras escribo‘, algo tiene que saber sobre el arte de contar historias alguien que ha vendido tantos ejemplares de sus libros, ¿verdad?

Por eso quiero compartir hoy con vosotros estas 7 cosas que Terry Pratchett te puede enseñar sobre la escritura.

¿Cómo llega uno a ser un escritor?

Según la experiencia del propio Terry Pratchett (y creo que es una experiencia que compartimos todos los autores), el proceso que le lleva a uno a hacerse escritor es muy sencillo. Uno empieza a leer libros y luego sigue leyendo un poco más. Descubre nuevos títulos y devora con fruición cuanto ejemplar cae en sus manos.

Y al final, cuando ha leído los suficientes libros, las palabras que éstos contienen lo desbordan y ya no le queda más remedio que empezar a escribir él también.

Puede parecer una tontería, pero os sorprendería saber cuántos escritores aficionados leen menos de lo que deberían.

La mayor parte del trabajo del escritor tiene lugar lejos del teclado

Pratchett cuenta en uno de los capítulos de ‘A Slip of the Keyboard‘ cómo es una de sus jornadas de trabajo. No cómo es su jornada arquetípica de trabajo, sino cómo fue una jornada concreta de su vida de escritor.

Fue un día lleno de interrupciones. Llamadas de teléfono indeseadas, trabajos caseros, un momento de documentación en el que Pratchett se acaba perdiendo al seguir el hilo de sus lecturas de libro en libro sin un aparente sentido…

Todo para darse cuenta de que, al final del día, en las 1.943 palabras que había logrado escribir, se había volcado toda esa experiencia cotidiana filtrada, eso si, por los ojos del escritor.

Lo importante de una novela NUNCA es su idea central

«¡Tengo una idea genial para una novela! Si la escribes, ambos nos haremos ricos. Sólo que, ya sabes, es tan buena que no podré contártela hasta que no hayamos firmado un contrato.»

Las propuestas como ésta son una de las partes más divertidas de ser escritor. Y es que aún hay mucha gente que piensa que lo más importante para escribir una novela es haber tenido una buena idea.

Es como si esa idea luego se volcara ella sola en un primer manuscrito. Como si ella sola eligiera la forma en la que se va a estructur en una novela y diera con el narrador más adecuado. Y como si luego se corrigiera sola. Y como si se modificara ella sola después de sopesar las impresiones de los lectores beta. Y como si se editara sola. Y como si…

Estoy seguro de que habéis cogido el concepto: lo importante de una novela no es tanto su idea central, como la forma en la que el autor haya conseguido desarrollar esa idea.

Hay muchas novelas que parten de la misma idea… con resultados muy diferentes.

La mejores ideas se consiguen robando

Es una pregunta que nos hacen a todos los escritores tarde o temprano: ¿de dónde sacas las ideas?

Y en el caso de los autores de literatura fantástica, la pregunta tiene una segunda dimensión que la hace aún más interesante: ¿de dónde sacas esas ideas tan fantásticas?

A Terry Pratchett no se le mueve el bigote (ni la barba, ya puestos) cuando dice que roba la mayoría de sus ideas. ¿De dónde? Muy fácil: de la realidad. Porque la realidad, como suele decirse a menudo, supera muchas veces a la ficción.

Sólo es cuestión de identificar cuándo sucede eso, de darle un par de vueltas a ese concepto y… voilà. Historia encontrada.

Si vas a escribir una novela, empieza por resumirla en un par de frases

Es algo sobre lo que ya os he hablado varias veces. Soy de los que piensan que uno no sabe lo que está escribiendo hasta que no es capaz de resumirlo en unas pocas frases. Idealmente, en una sola.

Por eso Terry Pratchett recomienda que escribamos la sinopsis promocional de nuestra novela antes de bajar al fango de la escritura del primer manuscrito. Reducir el argumento de la novela a menos de 100 palabras nos ayudará a centrarnos y evitará que nos dispersemos en mil y una direcciones cuando nos sentemos a organizar y escribir ese primer manuscrito.

Y es que, en palabras del propio Terry Pratchett, «una de las cosas más difíciles del trabajo de escribir es aprender a sacar de nuestra cabeza el libro que estamos escribiendo».

Entiende los correos de tus lectores como un servicio post-venta

En su ‘A Slip of the Keyboard‘ Pratchett habla sólo del correo postal, pero ahora mismo tenemos también el correo electrónico, Twitter, Facebook, Instagram… y cada nueva red social que vaya saliendo (a todo esto, si has conseguido leer hasta aquí tal vez te interese seguirme en Twitter o Instagram). Los lectores pueden ponerse en contacto con nosotros de muchas formas. Y lo mejor de eso es que, si nos paramos a pensar en ello, eso significa que nosotros también podremos contactar con nuestros lectores de muchas formas, lo que nos permitirá fidelizarlos.

Por eso nos pide Pratchett que veamos los correos de nuestros lectores como un servicio post-venta de nuestras novelas, en lugar de verlos como una distracción que nos impide escribir más y mejor.

Recuerda que el humor llega donde otros sentimientos no pueden llegar

Mucha gente cree que lo contrario de algo divertido es algo serio. Pero, como bien dijo G. K. Chesterton, lo contrario de «divertido» es «no-divertido» y lo contrario de «serio» es «no-serio». El humor puede servir para dotar a algunas ideas de una nueva dimensión, sin perder ni un ápice de su seriedad.

En palabras del propio Terry Pratchett, el humor «es capaz de deslizarse por el hueco de la cerradura mientras la gravedad está aún llamando a la puerta». Así que no dudéis en darle una oportunidad al humor, porque no todo son pieles de plátano y tartazos.

De hecho, si os paráis a estudiarlo durante un momento, os daréis cuenta de que el humor de verdad nunca tira de estos clichés.

¿Qué te han parecido estos apuntes? ¿Hay alguno que te haya parecido especialmente interesante?

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¡Un abrazo lector!