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Poco después de publicar la última entrada de este blog me encontré con un inesperado problema: había sucedido algo que hacía que el blog se cargara mal. Supongo que muchos de vosotros lo habréis sufrido al tratar de leer algún artículo publicado hace tiempo… resulta que el texto y las imágenes del artículo se veían bien, pero que no aparecían ni los comentarios ni la columna de la derecha.
Por si eso fuera poco, el dichoso error también me impedía acceder al panel de control del blog… así que tampoco tenía forma humana de publicar nuevas entradas.
Estuve hablando con mi compañía de hosting durante mucho tiempo porque ellos tampoco encontraban el origen del error. Esta agonía se fue alargando hasta que, hace un par de semanas, la compañía encontró el dichoso fallo y me enseñó cómo podía subsanarlo yo mismo.
Así que aquí estoy, dispuesto a seguir escribiendo en este blog durante mucho tiempo.
Pero, ¿qué ha pasado durante estas ocho semanas?
Que me ha dado tiempo a escribir y corregir tres relatos, dos de ellos bastante extensos, para sendas antologías.
Para muchos de vosotros eso será poca cosa, pero tengo que decir que siempre he sido un escritor lento. Muy lento. Y esta desconexión forzosa me ha ayudado a ver que, desde hace algún tiempo, venía necesitando hacer un poco de «limpieza mental» para poder recuperar así el hábito de la escritura.
No me había dado cuenta de todas las cosas que me impedían centrarme en el trabajo de escribir.
Además de esta desconexión forzosa del blog, también he aprovechado para reorganizar mis prioridades. He pasado la lectura a un segundo plano y he dejado de participar en un informal concurso de microrrelatos en el que solía participar con algunos amigos.
Todo para llegar a un cierto minimalismo en el que mi cabeza tenga que ocuparse sólo de lo más básico para este trabajo: generar ideas y plasmarlas sobre el papel del mejor modo posible.
¿Significa eso que voy a abandonar este blog? Para nada. Sólo significa que, ahora que he detectado cuál es mi talón de Aquiles, sé cómo actuar para que no me entorpezca en mi avance.
Y a ti, ¿qué cosas te impiden escribir más y mejor?
Cuanto antes las descubras, antes podrás poner remedio a todos tus problemas.
Cuando me ha llegado el correo de tu entrada me he dado cuenta de que llevabas meses ausente (sí, soy una de tus suscriptoras que llevan años leyéndote y aprendiendo con muchas cosas de las que cuentas). Me he parado a pensar en qué me impide a mí avanzar y no me pasa como a ti. La acumulación de proyectos no es problema, salto de uno a otro en los períodos en los que me atasco, porque muchas de las cosas que hago son solo ejercicios para no perder la forma física (escribir necesita ejercitarse tanto como correr). A mí lo que me mata es publicar algo. Mientras solo escribo, todo fluye, pero cuando publico algo me paso semanas medio atontada, sin lograr dar un paso o escribir algo coherente o que me convenza. No había pensado en ello hasta leer tu entrada.
Besos
Es normal desinflarse después de publicar algo. Después de haber trabajado tanto en un proyecto, es casi inevitable que te sientas un tanto vacío. En mi caso, esta crisis ha llegado justo después de la presentación de ‘La tienda del señor Li’… que era otra de las muchas cosas que me rondaban por la cabeza y me impedían concentrarme en otras cosas.
Gracias por tu comentario, Mayte, y sobre todo por todos estos años de fidelidad 🙂
¡Espero que nos leamos más a menudo!
Lo mismo que a Mayte, me di cuenta que faltabas en mi bandeja de entrada hacía tiempo. 😉
Yo me divido en mil pedazos: traducciones (trabajo), escritura, correcciones de textos anteriores, lectura y pasar en limpio una novela. Pero lo que más tiempo me consume es leer en internet lo que otros publican -que confieso me encanta, aprendo de los demás y sé que es «parte del juego», porque no leo nada que no me interese ni por obligación. Sin embargo, cuando he tenido problemas en el ordenador y no he podido, el tiempo de escritura y corrección es mayor. Aunque pienso que nunca por eso «mejor», ya que se aprende leyendo.
Un abrazo, Abel.
¿Eres traductora? Otro campo complicado… me temo que tanto como el de la escritura, por lo que me comentan otras amigas que se dedican a eso.
Yo diría que leer es el 50% del aprendizaje y que el otro 50% es tratar de arreglar los embrollos en los que te metes al escribir un texto rematadamente malo (o al menos no tan bueno como esperabas). Confío en hablar de esto segundo dentro de no demasiado tiempo.
¡Abrazo fuerte!
Me pasa exactamente lo mismo que bien que lo mencionas porque sino todavía seguiría sintiéndome como una tonta. Siempre hay algo que me impide escribir o leer, no sabes como me atormenta tener la idea de que debería estar practicando, aprendiendo, descubriendo y analizando lo que me gusta, no termino de organizarme nunca tal vez deba guiarme por tu experiencia a ver que pasa.
Me había percatado de tu ausencia pero lo asocie a que se me había cancelado la suscripción ya que no venia leyéndote seguido como lo hacia en un principio, es bueno que estés de vuelta, un abrazo.
Y es que tienes toda la razón: siempre hay algo que nos impide escribir o leer. O, al menos, hay algo que «trata de impedirnos» ese trabajo. Por eso es importante formarse un hábito, aunque sea poco a poco. Debería hablar de eso en alguna entrada, pardiez 🙂
Abrazo, Zasha.
Hola, soy nueva por aquí… lo que me retrasada es que solo escribo en mi tiempo libre y entre el trabajo, la casa y mi hijo de dos años no me queda mucho, además de que estoy escribiendo mi primero novela y para mi disgusto va muy lenta. Espero pasar más seguido por el blog. Saludos.
De verdad, no te preocupes por el ritmo al que avanza la novela. Preocúpate sólo de que no se detenga, y verás cómo la tienes finalizada antes de lo que piensas.
Abrazo, Beatriz,
Había notado tu ausencia, y con mucho pesar. Bienvenido nuevamente y gracias por tu siempre generoso apoyo a los románticos de la literatura.
Espero que podamos seguir dando mucha guerra, Ruffo 🙂
Abrazo fuerte.
Hola Abel, me da gusto estar comunicada nuevamente con tu block, permanecí desconectada porque pense que me habían eliminado, pero ya me di cuenta del asunto, Bueno yo tambien
te he leído tiempo atrás, porque tengo el deseo de escribir sobre viajes y las experiencias que se van adquiriendo, Pero aún sigo acumulando vivencias y no encuentro el momento preciso
para dar inicio a la redacción de mi anhelado libro. Espero que con la lectura de tu block en esta segunda etapa para mi, pueda hacerlo, gracias por tus consejos.
Estamos en contacto. Hasta pronto.
Un millón de gracias por seguir el blog. Espero que las próximas entradas te sean de utilidad 🙂
¡Abrazo!
Hola Abel!
No me di cuenta de tu ausencia … tal vez demasiadas suscripciones a blogs que nunca llego a leer por completo …
Lo mío es casi desastroso! Soy lo que se diría una señora mayor, ya mis hijas volaron, estoy jubilada y sin embargo sigo procastinando mi vida, mis gustos, soy incapaz de priorizar, es como si no me permitiera el placer de sentarme a escribir, tal vez cuando trabajaba como loca y criaba a las niñas encontraba más momentos para mi sin tanta culpa … ya sé, esto es para sesión de terapia, pero bueno, la puerta estaba abierta y ..
Aunque en algún punto coincidimos, tomar distancia, barajar y dar de nuevo amigo. Gracias, me has dejado pensando y eso es muy bueno
¿Cómo que no te diste cuenta, Alicia? ¡Ponga usted el blog ahora mismo en favoritos! (Es broma, faltaría más 😉 )
La terapia es más que bienvenida en este humilde espacio. Al fin y al cabo, estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros… aunque a veces no sea más que leyendo lo que cada uno tenemos que decir.
Hay estudios que dicen que los procrastinadores son más creativos, pero todo tiene un límite. En mi caso, la procrastinación de larga duración (por llamarle de algún modo) ha nacido siempre del miedo a estar escribiendo «para nada», pero cada uno tenemos nuestros motivos, claro.
Si de verdad te gusta escribir, te animaría a reservar un rato diario para ello. Aunque no sean más que 5-10 minutos.
Abrazo, Alica.
Primero que todo me alegro mucho de que vuelvas y con pilas recargadas, me di cuenta y pensé que era mi compu que tenia un error , sin embargo,he estado tan abocada con un nuevo proyecto laboral que me ha quitado mucho tiempo, pero a pesar de que es poco tengo que igual escribir, y me he dado cuenta de muchas fallas , pero lejos de desanimarme me ha estimulado a continuar para mejorar y hacerlo cada dia mejor, pero tu llegada es precisa para continuar aconsejando y apoyándonos en este hermoso mundo de la escritura.
Gracias por tus palabras, Janik. Date cuenta de que, si has logrado detectar esos errores, ya has recorrido medio camino 🙂
Abrazo.
Nos has dejado intrigado con el error de carga que tenía el blog. Al final, además de escribir, uno tiene que acabar aprendiendo WordPress. 😉
Me temo que sí que toca aprender cuatro nociones… o pagar a alguien que ya las sepa, claro. En este caso todo se arregló tocando un registro de base de datos que, a saber por qué, tenía un valor erróneo. Hasta ahí llegan mis conocimientos xD
¡Abrazo!