La motivación de un escritor es como un molinillo

Abel Amutxategi

Escribir es un trabajo solitario. A estas alturas de la jugada, no te descubriré nada nuevo si te recuerdo esto. Pero, además de eso, es también un trabajo que se extiende mucho en el tiempo. Tal vez seas capaz de escribir el primer borrador de un relato corto en una sola sentada, pero si quieres dedicarte a la escritura de novelas tendrás que pasar muchas horas a solas con un proyecto que no sabes demasiado bien cómo terminará.

Y no hablo sólo de que no sepas si vas a ser capaz de sacarlo adelante o no (SPOILER: si trabajas durante el suficiente tiempo y con el suficiente espíritu crítico que serás capaz de terminar tu novela y de darle un acabado, como mínimo, profesional), sino de otras variables que se escapan más de tu control.

¿Interesará a alguien la historia que estoy contando? ¿Apostará algún editor por esta novela o tendré que autoeditarla? Y si no interesa a ningún editor, ¿significará eso que es mala o que simplemente no creen que haya mercado para ella?

Te repetirás muchas veces estas preguntas. De hecho, te las repetirás más cuanto más pequeño sea el nicho de lectores para el que estás escribiendo.

Si te dedicas a la novela histórica, por ejemplo, sabrás que hay muchos lectores esperando novelas de ese tipo. Pero si te dedicas al humor fantástico como un servidor… será inevitable que te preguntes si habrá alguien al otro lado cuando termines de corregir tu novela.

Ahora sé que sí lo habrá, de acuerdo, pero cuando empezaba en esto no tenía ni idea de lo que me esperaría una vez terminada mi primera novela.

¿Cómo mantenerte motivado, entonces, durante todo ese tiempo?

Motivación para escritores

El molinillo de la motivación

Hace algún tiempo leí el libro ‘Motivation for Creative People’, de Mark McGuinness. Si eres un artista que intenta ganarse la vida con sus creaciones y sabes un poco de inglés, deberías leer este libro tú también. No te arrepentirás de hacerlo.

En él McGuinness da valiosos consejos con los que evitar los bloqueos y permanecer motivado, pero sobre todo nos ofrece una imagen muy visual de lo que es la motivación.

Para él, la motivación es como un molinillo de viento hecho de papel. Así, de buenas a primeras, tal vez te parezca una de las comparaciones más estúpidas que jamas hayas leído. Pero tómate el tiempo de imaginar cómo se hace un molinillo de papel.

En cada una de las cuatro puntas del molinillo, McGuinness coloca un tipo de motivación diferente.

  • Motivación intrínseca:

    El puro placer de crear y de desarrollar las historias que uno tiene en su interior.
  • Motivación extrínseca:

    El dinero que vamos a conseguir cuando vendamos ese texto en el que estamos trabajando, la fama que nos granjeará, la reputación… La villa en la Toscana no se paga sola, está claro.
  • Motivación personal:

    Nadie empieza a escribir para hacerse rico. Lo normal es que primero seamos buenos lectores. Que aprendamos a amar la literatura y que, a partir de un cierto momento, empecemos a sentir la necesidad de expresarnos a través de ella.
  • Motivación social:

    Pero el que diga que escribe sólo para sí mismo, miente más que habla. Nadie en su sano juicio corregiría una novela de una forma profesional si no pretendiera que la leyera alguien más.

Normalmente vemos estas motivaciones como si estuvieran enfrentadas. O escribimos por dinero, o lo hacemos por el placer de escribir. O escribimos para los demás, o escribimos para nosotros.

Pero las cosas no son tan sencillas.

Si logras que alguien te pague por escribir, podrás disfrutar de mucho más tiempo de escritura. ¿Y quién te pagará ese dinero? Lo harán tus lectores. Por mucho que tú vayas a ser tu primer lector y tu mayor crítico, no podrás mantenerte durante demasiado tiempo si no tienes lectores.

Así que, como ves, estas cuatro motivaciones están relacionadas de una forma muy estrecha.

Imagina ahora que pintas cada una de las cuatro puntas del molinillo de un color, e imagina luego que el viento empieza a soplar.

¿Qué sucede?

Que el molinillo empieza a girar y que los cuatro colores se mezclan hasta hacerse uno solo, ¿verdad?

Pues lo mismo sucede con nuestra motivación. Si sólo trabajas una de estas cuatro motivaciones, es muy posible que tu carrera de artista se quede atascada.

Si trabajas todas ellas, en cambio, tendrás muchas más posibilidades de seguir motivado hasta el final.

¿Qué te parece el enfoque que le da McGuinness a este tema de la motivación?

11 comentarios en «La motivación de un escritor es como un molinillo»

  1. ¡Excelente aporte Abel! En este momento me encuentro en un largo bloqueo y esta perspectiva me ayudó muchísimo. Saludos desde Comodoro Rivadavia Patagonia Argentina.

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  2. Abel, te agradezco el artículo. Llevo desde el año 2013 sin escribir. Me gustaría intentarlo de nuevo. La motivación es esencial pero creo que estoy lo suficientemente motivado para escribir un ensayo.
    Estoy estudiando y claro he dejado de lado mi afición a la escritura. A ver si me ánimo y te doy una sorpresa.
    Un escritor me dijo sobre el relato que gané que narrativa excelente y literaria brillante.
    Bueno, Abel ya estaremos en contacto.
    Gracias por motivarme

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  3. Hola!
    Aquí viene el psicólogo a poner la puntilla 🙂 No he leído el libro (lo apunto a la Lista Fantástica de Libros por Leer Que Jamás se Acaba). Me gusta la idea de la combinación de motivaciones, pero creo que aunque el molino tenga cuatro puntas, sólo hay dos motivaciones: interna y externa.

    Creo que la intrínseca y la personal son la misma (interna) y que la extrínseca y social son también la misma (externa).

    Eso sí, me parece interesante y además lo veo útil el ver esas motivaciones como subtipos de la misma. O sea, la diferencia entre intrínseca y personal (aunque ambas sean internas) pueden ofrecer matices diferentes que sean útiles para algunas personas. Por ejemplo, incluir otro pico del molinillo: «motivación restauradora» (un ejemplo tonto) que sería escribir para sanar o sanear cositas de tu vida (sería también interna)

    Pero vaya, es solo una apreciación. Me gusta el artículo, gracias por el libro y me quedo con la imagen del molinillo, girando y girando…

    Un abrazo!

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    • Muy cierto. De hecho creo que cada uno de nosotros debería escribir algo diferente en cada uno de las puntas de su particular molinillo. Yo al menos tengo ciertas «taras» que veo que no comparto con otros autores, mientras que hay motivos de preocupación ajenos que no me podrían dar más igual :_)
      ¡Abrazo gordo!

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  4. Hola, recién estoy escribiendo mi primer libro, es de fantasía épica. Como decías en el artículo, primero se empieza leyendo y luego le nace a uno la necesidad de expresare. Tengo bastante imaginación y por ahora las ideas me llueven. Tengo todo bien planeado y sé como concluir la historia (tampoco es tan compleja). Sin embargo es mi primer libro y no tengo ninguna experiencia ni ningún estudio en cuanto a redacción se refiere (lo mio es más la ciencia). He buscado consejos en internet y hasta ahora los tuyos me han ayudado mucho. No tengo mucho tiempo como para asistir a cursos presenciales y me gustaría que me aconsejaras algunos ejercicios o algunas páginas para mejorar un poco en redacción. Muchas gracias muy buen artículo.

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    • Hola, Eduwin.
      Esto de aprender a escribir es un trabajo que lleva su tiempo. Al fin y al cabo, es como aprender cualquier otra profesión. Pero, si de verdad quieres optimizar el aprendizaje en ese aspecto, más que libros sobre técnica te recomendaría que cogieras tus cinco o seis novelas favoritas y que te pararas a deconstruir por qué funcionan. Por qué te enganchan los pasajes que te enganchan, por qué te emocionan los que te emocionan, por qué funciona su estructura… Al fin y al cabo, y aunque siempre sea recomendable aprender la mayor cantidad de habilidades posibles para tenerlas siempre a mano para cuando las necesitemos, seguramente a ti te interesen unas cosas muy concretas como lector, que serán las mismas que quieras desarrollar ahora como escritor.
      ¡Duro con el trabajo!

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  5. HOLA MUY AGRADECIDA POR ESTA PAGINA,PARA MI QUE GRANDE EN EDAD RECIÉN COMIENZO EN ESTA TAREA .QUIERO ESCRIBIR LAS COSAS VIVIDAS LO QUE CREO MAS PRECIOSAS MI .

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  6. Gracias mil por compartir tus conocimientos. Quiero escribir una novela historica algun dia y a veces me frustra un poco no saber cuan complicado puede llegar a ser.

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  7. Buenas noches.
    He visto tu artículo y lo veo brillante. Desde pequeño he leído muchos libros pero tardaba mucho en comprenderlos. El problema que tengo dislexia y me cuesta mucho comprender los escritos y escribir me dejo la vida. Pero nunca he tirado la toalla, me gusta imaginar y construir historias y desde siempre he querido escribir un novela juvenil sobre aventuras pero el trabajo y familia no he tenido tiempo y tampoco me lo he planteado hasta el mes pasado que me entró las ganas de volver a leer y escribir. Otro muro que veo es mi edad, tengo 45 años y creo que empezar a escribir una novela me tardaría unos cuantos años, primero tengo que volver a estudiar la gramática, ortografía…. en fin, me encantaría que me aconsejaras por donde empezar. Esperando tu contestación pronto.

    Saludos desde Málaga

    Víctor

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