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Nuestro primer objetivo será el de definir cuáles son los principales componentes de una historia.
En uno de los posts anteriores hablábamos de que hay algunos puntos clave que es necesario superar con éxito a la hora de crear un manuscrito presentable, y por lo tanto publicable. Pero… ¿cuáles son estos puntos claves? O lo que es lo mismo: ¿cuáles son los ingredientes de una buena novela?
La versión más imple de esa receta consta de tan sólo tres ingredientes:
El conflicto
Neil Gaiman resumía la historia de la literatura universal en sólo unas pocas líneas en su cómic ‘The Sandman’:
Todas las historias son la misma: alguien quiere algo. Luego puede conseguirlo o no… la mayor parte de las veces lo consigue.
Y es que el conflicto es precisamente eso: la diferencia entre lo que el protagonista desea y el lugar en el que éste se encuentra.
El conflicto es lo que hace avanzar la historia.
Los personajes
Perfecto: ya tenemos nuestro conflicto y creemos que es lo suficientemente atractivo como para construir toda una novela alrededor suyo.
Más adelante explicaremos en profundidad lo que es el conflicto y qué tipos de conflicto podemos utilizar a la hora de construir nuestra historia, pero… ¿le interesan realmente a alguien estos conflictos ? ¿Podemos realmente construir una historia alrededor de un conflicto?
Me temo que la respuesta es un ‘no‘… o al menos un ‘no por sí solos’.
Los conflictos son un ente abstracto que no va a interesar al lector hasta que no impliquemos en él a un personaje lo suficientemente atractivo como para que ese lector pueda identificarse en alguna medida con él.
Eso no quiere decir que nuestro personaje protagonista tenga que ser un personaje bueno, sino que tenemos que lograr que ese personaje sea lo suficientemente atractivo para que al lector le importe lo que le está pasando.
Los personajes son los encargados de que al lector le importe la historia que está leyendo.
La estructura
Una vez elegidos los conflictos y los personajes que desarrollaremos, sólo nos quedará decidir cómo vamos a narrar nuestra historia.
Tendremos que decidir qué es lo que vamos a contar exactamente, cuándo vamos a contarlo, y sobre todo para qué lo vamos a contar.
Este último punto es tal vez el más importante de todos. Cada escena que escribamos tiene que tener un propósito específico y tiene que hacer evolucionar nuestra historia. De otro modo, perderemos la atención de ese lector al que tanto trabajo nos ha costado hacer llegar nuestro libro.
Y, sin lector, nuestro trabajo de escritura deja de tener sentido.
La estructura es el armazón que impide que se derrumbe la historia.
¿Quieres saber más sobre estos tres ingredientes y sobre algunas de las especias con las que podemos aderezar la historia resultante?
Acómpañanos a los largo de los siguientes posts…
me gusta mucho este taller quiero seguir estudiando con ustedes gracias.
Esta entrada me pareció excelente. La verdad es que abrió aun más mi panorama literario, a la vez que me inspiró y motivó sobremanera, pues lo que llevo hasta ahora de mi trabajo cumple en un 80% con lo que aquí mencionas. ¡Mil gracias!
Los links de conflicto y personajes no funcionan…