Escribe música, no palabras

Abel Amutxategi

Muchos manuales nos recuerdan la necesidad de variar la longitud de nuestras frases. Pero, por mucho que éste sea un consejo bien sabido por todo el mundo, tengo la sensación de que pocos de nosotros nos hemos tomado el tiempo de pararnos a estudiar un texto cualquiera para ver si sigue este consejo… y para descubrir cómo empeoraría en caso de no seguirlo.

Hace un par de meses di con un fragmento Gary Probost que ilustraba este fenómeno a la perfección, y quiero compartirlo con vosotros porque muestra de una forma inmejorable lo importante que es la sonoridad de nuestra prosa.

Aquí tenéis la traducción del texto de Gary Probost al castellano:

«Esta frase tiene cinco palabras. Y aquí tienes otras cinco. No son unas malas frases. Pero sí que resultan monótonas. Escucha lo que está pasando. La escritura se hace aburrida. Su sonido parece un zumbido. Es como un disco rayado. El oído pide cierta variedad.

Ahora escucha. Cambio la longitud de la frase, y empiezo a crear música. Música. La escritura canta. Tiene un ritmo agradable, una entonación, una armonía. Utilizo frases cortas. También utilizo frases de longitud media. Y a veces, cuando sé que el lector está descansado, lo engancho con una frase de una longitud considerable, una frase enérgica que construyo con el ímpetu de un crescendo, un redoble de tambores, el tañir de unos platillos que dice escucha esto, es importante.

Combina frases cortas, medianas y largas. Crea una melodía que agrade al oído del lector. No escribas sólo palabras. Escribe música.»

notacion-musical-e

Y aquí os dejo el texto original en inglés, para que podáis disfrutar también de él:

“This sentence has five words. Here are five more words. Five-word sentences are fine. But several together become monotonous. Listen to what is happening. The writing is getting boring. The sound of it drones. It’s like a stuck record. The ear demands some variety.

Now listen. I vary the sentence length, and I create music. Music. The writing sings. It has a pleasant rhythm, a lilt, a harmony. I use short sentences. And I use sentences of medium length. And sometimes, when I am certain the reader is rested, I will engage him with a sentence of considerable length, a sentence that burns with energy and builds with all the impetus of a crescendo, the roll of the drums, the crash of the cymbals–sounds that say listen to this, it is important.

So write with a combination of short, medium and long sentences. Create a sound that pleases the reader’s ear. Don’t just write words. Write music.”

No hay color, ¿verdad?

Es normal que nuestro estilo peque de algo en función del efecto que deseemos conseguir. A veces necesitaremos abusar de las frases cortas para pisar el acelerador y aumentar el ritmo de nuestra escenas, otras veces necesitaremos demorarnos en largas frases para dotar a nuestro escrito de una cierta sensación de pesadez. Pero, como norma general, nuestra prosa sólo será agradable al oído de nuestros lectores si variamos con frecuencia la longitud de nuestras frases.

Gracias por leer, abrazo.

11 comentarios en «Escribe música, no palabras»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Hola. He leído algunas entradas del blog estos últimos días. Le echaré un vistazo más a fondo, me parece ameno y útil.

    Muchas gracias por la información vertida.

    ¿Podrías, Abel, recomendarme algún libro para comenzar a estudiar un poco el proceso creativo? Me refiero sobre todo al ritmo narrativo y otras herramientas para lograr emocionar y dotar al texto de un poco de alma.

    Muchas gracias y un saludo.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.