8 consejos para escribir mejores diálogos

Abel Amutxategi

Los diálogos son una de las partes más importantes de una novela… y una de las partes que más cuesta escribir normalmente. El objetivo de estos 8 consejos para escribir unos mejores diálogos es el facilitarte esta tarea y ayudarte a que tus personajes cobren vida mientras hacen avanzar la historia.

1. Construye una voz distinta para cada personaje

Cada uno de nosotros habla de un modo diferente y lo mismo deberían hacer tus personajes. Fíjate en cómo habla la gente en la calle en función de su nivel cultural, su profesión o sus aficiones. Toma nota de los temas sobre los que hablan y las palabras que utilizan para hacerlo.

En una de las entrevistas que Jorge Luis Borges concedió al programa ‘A fondo’ de RTVE el autor argumentaba que no utilizaba cultismos en sus textos, sino que simplemente escribía en el lenguaje que era más normal para él. Tus personajes también deben elegir sus palabras en función de lo que les resulte más o menos cercano, también deben tener un tono único que los diferencia del resto de personajes y que resuene de un modo único en la mente del lector.

De otro modo, este lector no verá más que una serie de clones. Un grupo de maniquíes sin vida que le impiden ver la historia de fondo.

2. Huye de los dialectos como de la peste

Hay muchos escritores que se han hecho famosos escribiendo en dialecto. Irvine Welsh, sin ir más lejos, es uno de ellos. El autor de ‘Trainspotting’ es conocido por ambientar sus obras en su Edimburgo natal y hacer que los miembros de la clase obrera más desfavorecida sean sus protagonistas.

Ése es el entorno en el que Irvine Welsh creció y ése es el entorno en el que se encuentra más cómodo al ambientar sus novelas. Pero hasta él ha ido reduciendo el uso del dialecto con el paso del tiempo.

Al lector le cuesta muchísimo leer un diálogo largo en dialecto porque esa forma de hablar alza una incómoda barrera entre el texto y el lector que le hace olvidarse de la historia para fijarse sólo en el dialecto.

Por eso, si no queremos dejar de lado totalmente este tema del dialecto porque creemos que es algo necesario para caracterizar a nuestro personaje, bastará con dejar caer una palabra MUY de cuando en cuando para que el lector sepa ante quién se encuentra.

3. Ve directo al grano

—Hola
—Por fin… ¿qué tal todo?
—Perdona el retraso, parece que en cuanto caen cuatro gotas la gente se olvida de cómo se conduce.
—Tranquilo, no he llegado hace demasiado. ¿Quieres tomar algo?
—Pues no sé… ¿tú qué estás tomando?
—He pedido una cerveza para entretenerme en lo que miramos lo que tienen.
—Venga, pídeme otra entonces.
—Genial. Toma la carta.
—Muy bien. ¿Alguna recomendación?
—Aquí hacen unas ensaladas muy buenas.
—Uhm… Querías contarme algo sobre Mauricio, ¿no?
—Cierto, casi se me olvidaba. He revisado los últimos expedientes que ha entregado, y no me cuadran las cuentas.

Muchas de las conversaciones que mantenemos en la vida real siguen un patrón similar a éste. Damos vueltas y más vueltas antes de empezar a tratar el tema que nos interesa.

Lo malo es que el lector no tiene tiempo para toda esa cháchara. En el caso particular que hemos puesto a modo de ejemplo, el diálogo debería haber empezado en la última frase.

—He revisado los últimos expedientes que ha entregado Mauricio, y no me cuadran las cuentas.

No hagas perder el tiempo a tu lector, y sobre todo no le des ninguna oportunidad de volver las tapas de tu novela y abandonarla.

4. Nunca utilices el diálogo para transmitir información que ya conozcan los personajes

—¿Has sabido algo de Sonia últimamente? Ya sabes, esa compañera de trabajo nuestra que pidió dos años de excedencia para viajar a Japón e investigar la cultura del país.
—Siempre le interesó mucho todo lo referente a ese lugar, ¿verdad?
—Sí. Ya sabes que ella me dejó los primeros mangas que leí… ¡Y mírame ahora!

Nadie habla así en la vida real y tampoco deberían hacerlo nuestros personajes. Lo siento, pero tendremos que encontrar otra forma de contarle al lector toda esta información referente a Sonia si es que es tan importante.

aprende a escribir mejores diálogos

5. Muestra lo que está sucediendo

Veamos este ejemplo:

—Siéntate. Tenemos que hablar.
—¿Hablar? —preguntó A con desconfianza.
—La empresa no está pasando por sus mejores momentos —explicó B conteniendo sus emociones— y me temo que no podemos seguir contando contigo.
—¿Me despides? —preguntó visiblemente enfadado—. ¿Así de fácil? ¡Yo te ayudé a crear esta empresa! —gritó indignado.

Y ahora éste otro:

—Siéntate. Tenemos que hablar.
—¿Hablar? —preguntó A congelando su saludo en el aire.
—La empresa no está pasando por sus mejores momentos —explicó B sin alzar la mirada de sus papeles— y me temo que no podemos seguir contando contigo.
—¿Me despides? —exclamó y empujó su silla hacia atrás—. ¿Así de fácil? ¡Yo te ayudé a crear esta empresa! —gritó apoyando las manos en la mesa y acercando su rostro al de A.

Los dos diálogos deberían depurarse mucho, pero lo que aquí quiero mostrar es sólo la diferencia que hay entre decir que uno de nuestros personajes está enfadado y hacer ver al lector lo enfadado que está.

Al hacer que el lector vea cómo se sienten los personajes en lugar de contárselo nosotros, eliminaremos cualquier obstáculo entre el lector y el personaje y haremos que la escena gane en intensidad.

Recordemos que el autor no es más que un mal necesario y que lo realmente importante es la historia.

Escondámonos todo lo posible.

6. No abuses de la variedad de etiquetas

Un error muy común es el de creer que el hecho de repetir la etiqueta «dijo» será algo perjudicial para nuestro diálogo. Así, el impulso inicial es el de sustituirla por todo un conjunto de términos más o menos expresivos: «gritó», «exclamó», «repitió», «espetó», «barruntó»… la lista es interminable.

El caso es que el lector ya sabe que tenemos la necesidad de etiquetar las intervenciones de nuestros personajes de cuando en cuando, y obvia enseguida la palabra «dijo». Es casi como si no la leyera.

Si cambiamos de etiqueta constantemente, en cambio, el lector será más consciente de esas palabras que NO forman parte del diálogo y que sólo deberían ser una ayuda para que nadie se pierda en su lectura.

Estaremos alzando una nueva barrera entre el lector y los personajes.

Por otra parte, las intervenciones de los personajes que participan en un diálogo deben etiquetarse lo justo y necesario para que el lector sepa quién está hablando en cada momento. Evidentemente, habrá que etiquetarlas mucho más en una conversación a siete bandas que en un vis a vis.

7. Escribe frases cortas

Si te fijas en cómo habla la gente en la calle, verás que nadie utiliza esos largos soliloquios que leemos en algunas novelas. Bueno… tal vez los utilice ese amigo que sólo desea escucharse a sí mismo, pero lo normal es que hablemos en frases cortas.

Una regla no escrita dice que debemos escribir un máximo de 12 palabras entre signos de puntuación.

8. Utiliza el diálogo para controlar el ritmo de la acción

Podemos dar un poco de velocidad a nuestro relato:

—¿Por fin te has dignado a  venir?
—Ya ves…
—Creí que no te vería más hasta fin de curso.
—He estado ocupado.
—¿Se puede saber en qué?
—En mis cosas.
—Supongo que eso es importante que sacar adelante el curso, ¿verdad?

O podemos relentizarlo cuando queramos:

—¿Por fin te has dignado a  venir? —preguntó María cruzando los brazos y plantándose en el camino de Pablo.
—Ya ves…
Pablo clavó la mirada en el suelo y dio una patada a una pelusa invisible.
El silencio era denso, pesado. Tan incómodo que casi se había vuelto ya insoportable cuando María se atrevió a romperlo de nuevo.
—Creí que no te vería más hasta fin de curso.
Habían pasado más de tres meses desde la última visita de Pablo a su consejera de estudios y todos los avances que habían conseguido se habían esfumado. Ahora era como si nunca hubieran existido.

Pero lo ideal es que guardes ambas opciones en la recámara para utilizar la que sea más adecuada en cada ocasión.

El diálogo es una forma muy eficaz de controlar el ritmo narrativo de nuestra novela y, como veremos en una próxima entrada, necesitaremos controlar este ritmo narrativo para que la experiencia de nuestros lectores sea plena.

Gracias por leer…

 Fotografía cortesía de Ame Otoko

71 comentarios en «8 consejos para escribir mejores diálogos»

  1. Pingback: Bitacoras.com
    • Hola Abel.

      no sé dónde andes ahora. Creo que estabas escribiendo tu blog hace varios años y me parece que has desaparecido. Espero estar equivocado.

      Pues bien compadre (soy mexicano ¿qué quieres?) no sé dónde andes, pero estoy convencido de que este blog ha sido una de mis mayores ayudas hasta el momento.

      Así que si ya te fuiste, espero que regreses.

      Suerte.

      Por cierto, a estas alturas tu hija ya viene por encima de los cinco años. Hay que felicitarla, por supuesto.

      Pero sin duda a los orgullosos padres.

      Ha! Ya te encontré reciente.
      Perfecto!!
      Por aquí seguimos.

      Hasta luego.

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  2. Gracias por hacerme ver de forma tan didáctica algo que yo hacía por intuición. Me encantaría que alguien con esa claridad le echara de vez en cuando un vistazo a mis textos. Por mucho que pido a mis amigos, a mi familia que sean críticos…creo que no se atreven…ja,ja.
    Un saludo

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    • La verdad es que merecería la pena escribir toda una entrada acerca de las críticas de los amigos y familiares… ja, ja. Además de no querer herir nuestro amor propio, que también, yo creo que no buscan lo mismo que tú como escritora. Mientras que tú buscas errores que poder corregir, ellos buscan motivos para disfrutar, así que nunca está de más el darles algunas indicaciones.
      Dicho esto, yo creo que no he conseguido una crítica «real» de un amigo en la vida 😀
      Gracias a ti por comentar…

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    • Me siento identificado con tu opinión Mamen,Ahi va la mia. Le digo a mis conocidos que le den un vistazo a mis textos y me responden que les gusta y bla bla bla.Pero lo que yo necesito son criticas constructivas para poder fraguar la historia como ha de ser.Por cierto,yo escribo fabula creible.Un saludo de este novato que acaba de llegar al mundo de la tecnología.IZHAR.

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  3. He disfrutado leyendolo. Leo, edito y escribo. Quizá por esa dedicación tripartita soy crítico con todo, me gusta exigir y exigirme. me preocupa más lo que cuenta y cómo lo cuenta que la parte «técnica» de tipo ortográfico, porque eso siempre se puede resolver, sin embargo el aporte creativo de la obra es insustituible.

    Me ha ayudado mucho esta entrada, porque me ha servido para examinarme como escritor y crítico de obras de otros. Lo he leído con satisfacción, porque veo que no voy mal, no señor… 🙂

    Gracias!!!!

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    • Lo cierto es que me parece muy importante esa crítica, esa lectura «constructivamente destructiva» de lo que escribimos de la que hablas. Al fin y al cabo es la forma de mejorar, ¿verdad?
      Por otra parte, importante también no olvidarnos de esa cualidad «constructiva» de la crítica, porque de otro modo la próxima parada sería el bloqueo del escritor… ja, ja.
      Gracias por tu comentario, Humberto… 🙂

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    • Muy interesantes todos sus consejos, estoy tratando de escribir una historia, a mí me preocupa todo lo que usted explica y repetir las mismas palabras. También a veces los críticos por pena dicen que se oye bien.

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  4. Es la mejor lista de consejos sobre diàlogos. Lo de lo inapropiado de sustituir la palabra «dijo» por otras, es algo que no había notado. Muchas gracias

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  5. Creo que lo que más me ha llamado la atención es la idea de escribir frases cortas. Es un muy buen consejo. Estoy de acuerdo con lo que dice Ana Maria, yo también estoy aprendiendo mucho. Este artículo me hace acordar a un amigo que me recomendó un libro muy bueno, el cual está en este sitio web: www. universiaglobal.com/crianza_familia01.htm , y que a él lo ayudó mucho. Espero que les sea de utilidad. Saludos!!!

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  6. Creo que lo que más me ha llamado la atención es la idea de escribir frases cortas. Es un muy buen consejo. Estoy de acuerdo con lo que dice Ana Maria, yo también estoy aprendiendo mucho. Este artículo me hace acordar a un amigo que me recomendó un libro muy bueno, el cual está en este sitio web: www. universiaglobal.com/crianza_familia01.htm , y que a él lo ayudó mucho. Espero que les sea de utilidad. Saludos!!!

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  7. Buenas, gente.
    Tengo una consulta para hacer acerca de mi novela que esta en el tintero desde hace bastante tiempo.
    El primero es sobre el coloquio a usar; soy de Argentina y queria intentar usando el regionalismo y costumbres propias;es decir; cuando somos amigos de confianza normalmente nos hablamos con insultos o nos hacemos bromas a menudo.Mi pregunta es si es conveniente incluir dicho lenguaje (obviamente con un tipo de censura como ser «idi…» o «est%&$»), ya que siento que si alguien de mi pais lo leyera con otro tipo de lenguaje no se sentiria comodo diciendo que asi no se habla aca.Desde ya muchas gracias, muy buena la pagina

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    • Yo creo que podrías utilizar tranquilamente ese tipo de lenguaje, incluso sin censurarlo de ese modo. Ten en cuenta que, si muestras la amistad de tus personajes a través de sus acciones, no habrá lugar a confusión.
      ¡Suerte con esa novela!

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  8. He tenido grandes líos para escribir los diálogos de mi novela, escrito, historia, ¡bah! lo que sea. Me ha servido de mucho estos consejos pero tengo una consulta, te daré contexto: lo que estoy escribiendo se trata de una joven que se ha ido a estudiar a un país donde desconoce su idioma, ella encuentra alguien que habla el idioma que ella hablar pero obviamente no todas las personas son así, entonces… ¿debo colocar los diálogos en ese idioma?

    Muchas gracias por todos los consejos que nos haz dado.

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    • Yo creo que en este caso los diálogos tendrían que estar supeditados a la sensación que quieras crear en el lector. Si el idioma es un problema para la protagonista, entonces sí que pondría los diálogos correspondientes en su idioma original para hacerle sentir al lector esa sensación de extrañamiento. Si la protagonista, por el contrario, es una persona 100% bilingüe y el cambio de idioma no supone ningún problema para ella, se podrían poner en castellano tranquilamente, indicando tal vez de vez en cuando que la conversación se está manteniendo en ese otro idioma.
      ¡Gracias por pararte a comentar!

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  9. Muy util tu aporte respondio casi todo lo q necesitaba saber solo una pregunta como haria para escribir dialogos entre varios personajes por ejemplo 4 personajes q hablan entre si como le haria poniedo a dijo eso b exclamo esto algo asi? Gracias por la ayuda de antemano 🙂

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  10. Muy buen post, pero mi mayor dilema con los diálogos es otro: ¿se puede basar una novela en ellos? En la mayoría de mis proyectos tiendo a hacer avanzar las subtramas (en referencia a los conflictos internos) mediante esta técnica. Casi todo el pasado de los personajes, sus motivaciones…, las plasmo a través de diálogos. Las cosas que otros personajes dicen o las reflexiones que mantienen con el/la protagonista son las que les llevan a evolucionar, aunque no sea justo en ese momento. Son ideas que permanecen flotando en la mente de ese personaje y que, en determinadas escenas, por determinados sucesos que ocurren en la historia, cobran sentido para el/la protagonista. No digo que no emplee también narrativa y descripciones que permitan la "acción" propiamente dicha, pero para mí los diálogos son la herramienta que permite que esa acción tenga sentido y de veras marque al personaje. Mi pregunta es si esto es correcto, emplear diálogos para 1) exponer ideas importantes para el desarrollo del/a protagonista y 2) explicar las motivaciones de los personajes en función de su pasado/aspiraciones/forma de pensar. Muchas gracias, seguiré leyendo esta web muy a menudo. Enhorabuena por el trabajo realizado 🙂

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  11. Para mí la función principal de un diálogo debería ser la de hacer avanzar la acción. Es lo primero de todo. También pueden ser muy útiles para caracterizar a los personajes de un modo sutil, ya sea por sí mismos o como contraposición al resto de personajes con los que se comunica.

    Respecto a lo que preguntas, yo soy de los que piensan que todo lo que se pueda hacer a través de diálogos no-evidentes, convendría hacerlo así… a no ser que el tono de tu novela de lo impida (tal vez queramos hacer una novela casi sin diálogos para imprimirle otro ritmo al texto.. habría muchos motivos para elegir eso).

    Piensa que los diálogos son precisamente lo que nunca se salta ningún lector. Convendría exprimirlos al máximo.

    Con eso de diálogos no-evidentes me refiero a que a veces es difícil explicar las motivaciones del protagonista en un diálogo con un un personaje que lo conoce bien sin incurrir en el error que se comenta en el punto 4 de esta entrada.

    ¡Gracias por pararte a comentar!

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  12. ¡Muchas gracias a ti por la respuesta y por lo pronto que has contestado! Es que a veces me da la sensación de que me paso con los diálogos, pero no por lo que reseñas en el punto 4, sino porque son precisamente lo que empleo para que las escenas transformen a los personajes (tal y como comentabas en otro de tus posts, muy interesante también). Digamos que, a lo largo de la conversación, los personajes van matizando su forma de pensar y desarrollando sus propias teorías, y eso hace que actúen de una forma u otra en momentos posteriores de la historia.

    Lo que me aterra es que con tanto debate el lector se llegue a aburrir, ¿existe algún máximo recomendado o depende del tipo de novela? Mi tono se asemeja un poco al de Wilde en El Retrato de Dorian Gray, donde hay una trama bien definida con una moraleja clave, pero un montón de debates filosóficos en su desarrollo expresados en forma de diálogos, que son defendidos o atacados por los distintos personajes en función de su personalidad. Claro que Wilde estaba especializado en teatro, además de tratarse de un gran intelectual, de ahí mi duda sobre si estoy haciendo lo correcto o no (no estamos en el siglo XIX-XX y desde luego tampoco soy Wilde, que es un hándicap importante jeje).

    Muchas gracias de nuevo 🙂

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  13. Yo, Angela Freebird, lo suelo supeditar todo al ritmo que se va creando en la novela. Pero, una vez que uno no hace las cosas del todo mal, entiendo que también hay mucho de elección estética.

    En la última novela de Alessandro Baricco, por ejemplo, hay muchísimo diálogo. No lo he calculado, pero debe de andar en torno al 80-85% de todo el texto. Y la verdad es que es una novela que funciona muy bien… a pesar de que esté claro que en otro tipo de novela no funcionaría eso mismo.

    El planteamiento que describes me parece muy atractivo, pero creo que para "validarlo" y considerar si vas o no por el buen camino deberías fijarte, como ya comentabas tú misma, en los textos teatrales y en cómo estos textos hacen que las "escenas clave" se conviertan en "tramos clave" de una conversación.

    Mientras la historia avance y la evolución de los personajes no se detenga, no tendría por qué aburrirse nadie…

    ¡Suerte con el proyecto!

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  14. Ay, ¡muchísimas gracias de verdad! Necesitaba oír algo así porque la verdad que andaba un poco baja de ánimos. Buscaré el libro de Baricco, he leído otros suyos como Seda u Océano Mar y me gustaron mucho. Lo único que no he entendido bien es lo de "tramos clave". ¿Dónde podría informarme sobre el tema para trabajarlo? ¡Muchas gracias de nuevo, me estás ayudando mucho, en serio!

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  15. Perdona que haya tardado tanto en contestar, entre una cosa y otra se me han ido pasando los días 🙂

    Lo de "tramos clave" es un término de cosecha propia… eso me pasa por improvisar sobre la marcha… je, je. Si sigues el blog desde hace algo de tiempo, sabrás que a veces hablo de las escenas que debe tener una novela, o de los puntos de giro o… ese tipo de cosas. Bien: pues lo que quería decir es que esas escenas se pueden dar perfectamente dentro de una conversación.

    La escena en la que el antagonista está a punto de acabar con la vida del protagonista, por ejemplo (siempre pongo ejemplos de género para que se vean fácil), podría ser un tramo de una conversación en la que se le pusiera contra las cuerdas al personaje principal.

    Para trabajarlo yo te recomendaría lo mismo que te decía antes: mucho teatro o, casi mejor, película teatral 😉

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  16. ¡Muchas gracias de nuevo! Me son muy útiles tus consejos y todo el material que vas colgando en este blog, así que tendré en cuenta lo que dices y leeré más teatro e investigaré sobre películas teatrales. Seguimos en contacto. ¡Un abrazo!

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  17. un consejo, utiliza la imaginacion, y veras si de esa manera puede ser un dialogo verosimil o no trata de imaginarlos en una escena real frente a ti

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  18. Quiero crear un personaje cortante y de pocas palabras. No obstante, me complica crear los dialogos para él, yaqué la conversación se escucha un poco inutil. Como es muy reservado.

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  19. Muy interesante. Me acabo de dar cuenta de que, aunque he mejorado desde que empecé a escribir diálogos, fallo clamorosamente en los puntos 3, 4 y 6 XD Gracias.

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  20. Gracias, excelente post, tengo una pregunta: ¿para el caso de una conversación donde tengo varios personajes que e sugieres para no perder el hilo y que se defina claramente cada una de las intervenciones con su personaje? Gracias de antemano

    Responder
    • Una solución habitual en el caso que planteas suele ser la de usar interpelaciones directas dentro de los propios diálogos en las que aparezcan los nombres de los personajes que van a hablar:
      «-¿El jueves te quedaste en casa, Sandra?
      -No, fui al cine.»
      Evidentemente tampoco podemos abusar de esta técnica, pero si la combinamos con otro tipo de acotaciones… ayuda bastante.
      Gracias por pararte a comentar, Renzo.

      Responder
  21. Buenas noches , Abel.

    En primer lugar muchas gracias por la magnífica labor que haces con tu blog.

    Me gustaría consultarte una duda que tengo: Estoy escribiendo un guión para un cuento ilustrado juvenil (pronto lanzaremos un crowdfunding para intentar materializar el proyecto) y en él uno de los personajes es una criatura imaginaria con un marcado acento (en concreto arrastra mucho las erres y habla con exagerada calma) y un lenguaje rimbombante.

    Le he dado muchas vueltas a la hora de transmitir eso en el diálogo y no sé si es adecuado o si queda del todo bien. Inicialmente he pensado en algo así.

    —Un segundo… ¡pero si no eres una roca!
    —Una deducción brrrrrrillante a la par que acerrrrrtada, mi gentil amigo —respondió la enorme criatura con una calma igual de grande—. Seguro que me delató mi magnífica bufanda.
    —Pues vaya sitio para plantar el culo… —murmuró Piedra.
    —¡Oh! Yo jamás interrumpo la marrrrrcha, mi rocosa análoga. Llevo una eterrrrrrnidad recorriendo este camino, disfrutando sin prisas de las experiencias que me ofrece. Pero dime, ¿cómo ha terrrrrminado aquí una pareja tan peculiar?

    La idea es marcar un carácter muy peculiar, en consonancia con el aspecto de la criatura, dado que es un cuento ilustrado y el soporte visual y el tono marca mucho. ¿Crees que el uso repetido de las erres por ejemplo queda muy sobrecargado? ¿Piensas que debería utilizar otra aproximación?

    Muchísimas gracias de antemano por la ayuda
    ¡Un fuerte abrazo!

    Responder
    • Hola Fernando,
      Me parece una elección muy acertada. De hecho, estos días estoy leyendo con mi hija un libro en el que se hace algo parecido (también con la letra erre) y le parece de lo más divertido.
      Lo único que sería importante sería no alargar todas las erres fuertes del parlamento de ese personaje para no sobrecargar el texto, pero veo que ya lo estás haciendo así 🙂
      ¡Te deseo la mejor de las suertes para ese proyecto!
      Abrazo.

      Responder
      • ¡Muchísimas gracias por el consejo, Abel!

        Lo haré así entonces. Espero que la cosa prospere, porque la verdad es que le estamos poniendo mucha ilusión al proyecto («Un horizonte de sucesos», se llama).

        No sé cuándo saldrá, pero lo iré colgando en mi blog (www.eltinteroinfinito.com) a medida que vaya evolucionando, por si te interesa, jejeje.

        Un saludo y muchísimas gracias de nuevo.

        Responder
  22. ¿Serviría de algo escribir los diálogos y la narrativa por separados, para después unificarlos?

    Porque para mi la parte más difícil de escribir una historia o una novela, es escribir los diálogos, y se son muy necesarios para darle movimiento a las historias y que la narrativa no se vuelva tan densa o aburrida.

    Se me dificulta mucho hacer interactuar a los personajes, y que la misma parezca natural y no algo forzado.

    Responder
    • En última instancia servirá sólo lo que te funcione a ti, así que deberías probarlo para ver qué tal va la cosa 🙂
      En mi caso, una de las cosas que más me cuesta escribir son las acotaciones. Necesito algo de tiempo para elegir las palabras adecuadas y lograr y transmitir cómo se siente exactamente cada personaje. Así que muchas veces escribo la escena de corrido saltándome las acotaciones y las escribo al final, tomándome todo el tiempo que necesite.
      Si a mí me funciona esto, a ti perfectamente podría funcionarte lo que sugieres.
      ¡Ánimo con esa escritura!

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  23. Estaba leyendo este post
    Y ví mi nombre “Sonia” decía que le gusta Japón y mangas jaja, soy yo, me gustó mucho este post tendré más experiencia en expresa personajes para mí libro lo que es muy difícil para mí pero lo sigo intentando porque me gusta.

    Responder

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