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Ya sabemos que hay algunas escenas realmente importantes dentro de la estructura de nuestra novela. Hemos hablado ya de algunas: el gancho, el primer punto de giro… y a medida que vayamos avanzando en las entradas de Cómo escribir un libro (sin morir en el intento) explicaremos también otras, como el segundo punto de giro o el momento en el que todo está perdido… a pesar de que reconoceréis que sus nombres son ya de antemano bastante reveladores.
Pero, ¿qué hacer con el resto de las escenas?Si hay alrededor de diez escenas clave y una novela media puede tener unas sesenta escenas, todavía nos quedará un gran trecho una vez definidos esos diez puntos clave por los que queremos hacer pasar a nuestro protagonista.
¿Para qué sirven esas cincuenta escenas restantes?
Leamos
«-Entonces, ¿qué tienes planeado, Ralph?
-A simple vista lo que haremos será recoger frutas de aguaro para el desayuno -me explica y me enseña un cubo de metal-. Pero, en realidad, lo que haremos será conversar sobre mi pasado y sobre tu futuro.»
Este ejemplo está extraído de la novela ‘¡Todo importa!‘ del norteamericano Ron Currie. Ya utilizamos un ejemplo de esta obra para hablar sobre la caracterización de personajes literarios o lugares con sólo un par de rasgos reveladores, y no sería raro que volviéramos sobre ella más adelante porque es todo un modelo de control de los tiempos y de cómo construir una sólida estructura narrativa.
Las escenas intermedias nos servirán en primer lugar para hacer que nuestros personajes vayan de una escena clave a otra escena clave. Y eso lo conseguiremos a base de hacer que estos personajes sufran un pequeño cambio en cada escena. Alguna de las cualidades de al menos un personaje deberá cambiar de signo al final de cada escena.
Es decir: si nuestro protagonista ha entrado en la escena confiado, deberá salir de ella desconfiando de quiénes le rodean; si ha entrado valiente, deberá salir temiendo por su vida.
Y, del mismo modo, debería salir confiado o valiente de las escenas a las que haya llegado desconfiado o cobarde, claro.
Un ejemplo más claro
Imaginemos la siguiente serie de escenas:
- Un hombre (Mario) está desayunando con su mujer (Sonia) como todas las mañanas, cuando suena su teléfono móvil. Ella contesta y atiende la llamada utilizando sólo monosílabos en la medida posible. Durante todo lo que dura la llamada, ella se muestra incómoda y no deja de mirar a su marido para evaluar sus reacciones. Cuando cuelga, le explica que es alguien del trabajo que tenía que avisarle del cambio de hora de una reunión. El hombre sonríe con expresión comprensiva, pero aprovecha una ausencia de su mujer para anotar el número en un papel.
- Mario está en su oficina y no puede dejar de pensar en lo sucedido esa mañana. El hecho de que Sonia no tuviera el número guardado en la agenda de su teléfono móvil lo tranquiliza de algún modo, pero no puede quitarse de la cabeza una incómoda sensación de sospecha. Finalmente decide llamar al número que tiene anotado. Lo hace con la intención de colgar en cuanto la secretaria que atiende la centralita diga el nombre de la empresa en la que trabaja Sonia, pero el que responde es un hombre de voz profunda. Nuestro protagonista queda paralizado durante unos segundos por lo inesperado de la situación, y cuelga el teléfono en cuanto sale de su asombro. Lo último que oye es a una mujer proclamando con amabilidad: «Bienvenido al Gran Hotel Avenida, estamos a su entera disposición».
- Al llegar a la recepción del hotel, Mario busca un lugar en el que pasar desapercibido y llama a su mujer desde allí. Puede escuchar el timbre de su teléfono desde el lugar en el que se ha ocultado y se vuelve hacia la fuente de ese sonido para verla contestar a la llamada. Mario pregunta por la reunión y Sonia responde que ha ido muy bien, pero que lo más seguro es que tenga que trabajar hasta tarde con los socios.
- Mario ya ha colgado el teléfono, pero se resiste a abandonar la recepción del hotel. Quiere ver la cara del hombre con el que se está viendo Sonia. Sabe que sería mejor marcharse ahora, pero no puede evitarlo. Escucha su voz por entre un grupo de gente y la busca con atención. Cuando por fin logra verlo con claridad, descubre que es el hermano de Sonia. El problema es que en la familia nunca se habla de él, es como si no existiera. Lo único que le han contado que se fue a trabajar al extranjero, pero Sonia y él no se saludan como si llevaran veinte años sin verse ni mucho menos.
¿Y cómo ha cambiado nuestro protagonista en estas cuatro escenas?
- Ha pasado de creer que ése sería un día normal a desconfiar de su esposa.
- Ha pasado de querer simplemente descartar una vaga sospecha a querer confirmar una sospecha en firme.
- Ha logrado confirmar su sospecha.
- Ha visto que lo que sucede en realidad no tiene nada que ver con lo que sospecha.
Al final de esta secuencia, Mario sabe que hay algo turbio justo delante de sus narices, pero no tiene ni idea de lo que puede ser. Éste podría ser un buen modo de avanzar hacia un punto de giro que podría llegar cuando Mario se viera involucrado en eso que realmente está ocurriendo ante él y que ahora sólo intuye.
¿Para qué más sirven las escenas?
Pero recuperemos el ejemplo de Ron Currie para terminar con esta entrada, porque lo normal es que los cambios que suceden en el interior de nuestro protagonista sean mucho más sutiles que todo esto que hemos puesto como ejemplo. Lo normal es que, mientras recogen frutas de aguaro, nuestros protagonistas descubran cómo se sienten con respecto a su padre, o que se den cuenta de que no son felices en su trabajo, o… tantas y tantas cosas.
Pero nuestros personajes siempre deberán salir cambiados de estas escenas aparentemente insípidas.
Repito: siempre.
De otro modo, la escena que estamos escribiendo sobra.
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Gracias por leer…
muy bueno lo que escribirte me ayudó a entender lo que estaba queriendo escribir , ya que mi personaje deba unos giros muy bruscos ja
Muy ilustrativa e interesante. Gracias.
Gracias a ti, Claudia. Tanto por tu comentario como por interesarte por el proyecto que tengo entre manos… 🙂
Por ahora este es el que mas me gusto, desde que empece a leer los post ya maso o menos tenia una idea de las cosas, igual me ayudo a formalizarlo. Pero esta me encanto y me hizo pensar, esto me ayudara a ordenarme mas y a que se me ocurran mas ideas
No puedo anotarme en la lista de correos, sale una leyenda que dice URL no válida…
Vaya… a mí me han funcionado los enlaces, no sé qué puede haber pasado. Si quieres prueba desde aquí: http://eepurl.com/kWqsf
Si sigue sin funcionarte, puedes enviar tu dirección de correo a la lista a través del cuadro que hay al pie de esta página, bajo el epígrafe "¿Quieres recibir nuestras actualizaciones?"
¡Gracias por avisar!
Excelente descripción y ayuda para quienes comenzamos en la dicha de escribir. Mi problema ha sido con la temporalidad al escribir y la narración en primera o tercera persona. Aún estoy leyendo lo que han publicado, espero encontrar alguna ayuda al respecto entre las demás entradas. Muchas gracias!
Muy bueno¡ Muchas gracias me estas ayudando un monton con mi novela, un abrazo¡
guau! me has demostrado mi total ignorancia, no sabía nada pero aprenderé.gracias
Bien negro mistico… Dale!
Muy interesante, aunque ya lo había hecho de forma inconsciente, pero por supuesto, no es lo mismo intuir que tener una estructura mental ya organizada, gracias!
La verdad hay una gran diferencia entre cada una, no se mucho del tema pero he aprendido y encuentro que manejar las escenas de un libro en tercera persona es mucho más cómodo, pues no estas limitado a una descripción temporal ni geográfica, aunque primera persona tiene lo suyo a mi parecer es una narrativa plana. Yo lo hago en tercera, además encontré dificultad en continuar escribiendo mi texto en esa persona, pero es sólo experiencia, sigue escribiendo y buena suerte!
Abel muchas gracias por todas tus aportaciones!
Quisiera preguntar.
Que hay de escenas que transmiten el día a día del personaje y que ayudan a caracterizarlo.
Por ejemplo, escenas donde se ven sus tribulaciones y pueden incitar a la risa o a la compasión. No cambia en nada al personaje pero pueden ser interesantes, no?
Buffff… no sé qué decirte. Habría que ver el ejemplo concreto.
Mis primeros intentos de novela estaban llenos de escenas en las que no pasaba nada, excepto que el protagonista hacía cosas y se movía de acá para allá. Con el tiempo he quitado todo eso y he pasado a preocuparme de que todas las escenas me sirvan, o bien para hacer avanzar la acción, o bien para mostrar cómo es un personaje con vistas a contrastar esa forma de ser con un cambio que sucederá más adelante. Por ejemplo: podría escribir una escena en la que un personaje se esconde de unos abusones en un instituto, aunque no tenga nada que ver con la historia principal, si más adelante voy a hacer que les plante cara porque el resolver esa historia principal le ha hecho tener más confianza en sí mismo.
Espero haberme explicado al menos un poco… :S
despues de leer tantisimos consejos de lo más útiles, me voy a permitir una sujerencia (jejej): deberías publicar un libro reuniendo cada uno de los post. Yo habría comprado un libro en el que me dieran este tipo de ayudas, la verdad. SAludos!
Lo del libro es un proyecto que siempre tengo en mente a medio plazo… pero cuando me decida a ello me gustaría que fuera algo especial. Para empezar, que sea útil. Y luego estructurarlo de una forma que haga que sea fácil de manejar. A ver si se me ocurre algo cuando recupere parte de mi tiempo libre 😉
Gracias por pararte a comentar, Mónica…
Leo este post mucho después de ser publicado y me da mucha rabia no haberlo leido antes. Puff, que bien me ha venido. Gracias, Abel. Aciertas siempres.
es muy dificil escribir, sobretodo cuando tenemos mas actividades a realizar a diario, pero los tips aca descritos estan muy interesantes.